Es en nuestra infancia,
cuando aprendemos más de lo que vemos hacer a nuestros padres, que de lo que
nos dicen, especialmente cuando es contradictorio.
Por eso es importante
reflexionar sobre aquellos hábitos y costumbres que deseamos fortalecer en
nuestros hijos y acompañarlos en el proceso de formarlos, es decir, si yo
quiero que mi hijo ponga la ropa sucia en el cesto; lo primero es enseñarle
dónde se encuentra el lugar indicado para depositar la ropa que usó ese día; lo
segundo es acompañarlo por un tiempo a ese lugar antes de bañarse, después de
unos días pedirle que lo haga solo y pronto será un hábito. Sin embargo, lo más
importante de esta rutina será siempre, hacerlo nosotros también dentro de
nuestra propia conducta.
Educando la mente y el corazón.
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