Esto hace que sean nuestros padres quienes siembran esa semilla en la crianza temprana, pero que seamos nosotros como adultos los responsables de continuar ese proceso de consolidación.
Como padres, una de las preocupaciones más recurrentes que tenemos es: ¿Qué hacer para que nuestras hijas e hijos tengan una autoestima fuerte?
Aquí presentamos algunos consejos:
1.- La aceptación plena de nuestros hijos, implica que como padres tenemos desde antes de nacer, ciertas expectativas de lo que será la maternidad o la paternidad, y aún más, de cómo serán nuestras hijas e hijos. Cuando esas expectativas chocan con una realidad distinta, puede repercutir en la aceptación plena del cómo son nuestros hijos con todos los matices que un ser humano puede llegar a tener en su personalidad. Por tanto, una aceptación debilitada puede dañar los lazos afectivos y la comunicación con nuestros hijos e hijas en las diferentes etapas de su vida. Esto no tiene nada que ver con el amor que les tenemos, pero sí, en la manera fácil o difícil en la que convivimos en familia de manera cotidiana.
2.- La contención y el manejo de emociones que enseñamos a nuestras hijas e hijos; lo iniciamos a muy temprana edad, y se relaciona con la manera en la que nuestros mismos padres nos enseñaron a nosotros. De manera positiva, hoy, los paradigmas sobre crianza respetuosa, han revolucionado la manera en la que enseñamos a los pequeños a reconocer y controlar sus emociones. Y como padres lo primero que debemos hacer es VALIDARLAS, es decir, empatizar con la frustración, el enojo o la alegría, que sin importar la edad que tengan, seguramente sienten todos los días.
3.- La manera en la que nos comunicamos con nuestros hijos e hijas, está muy relacionada con nuestra propia personalidad y la de ellos. Hay muchas maneras de hacerlo y nosotros compartimos una: La comunicación de padres caramelo, es decir, con dulzura y con firmeza a la vez.
4.- El dedicar tiempo de calidad en familia, es la mejor demostración de interés y amor, ante sus gustos e inquietudes. Es la base del proceso de llegar a conocer a nuestras hijas e hijos desde su lado humano. Organizar actividades tomándolos en cuenta y permitiendo que ellos sean parte de la planeación, es fundamental para que participen de las actividades familiares con entusiasmo y alegría.
5.- Como padres, en todas las etapas de crecimiento de nuestros hijos e hijas, una de nuestras más grandes responsabilidades, es promover en ellos la responsabilidad del AUTOCUIDADO, lo cual implica enseñarles a cuidar de su salud física y emocional.
En lo que respecta a su salud física, las pautas son aparentemente sencillas: alimentarse sanamente, bañarse diariamente, lavarse las manos, cepillarse los dientes, procurar su vestimenta limpia. Sin embargo, lo emocional, puede ser un poco más complejo, ya que conlleva enseñarles a poner límites sanos en su relación con otros, cuidar su imagen en redes sociales, y también hablar de salud sexual, en una determinada etapa.
Estas pequeñas reflexiones que hacemos, se enriquecen con nuestra propia manera de ver la maternidad o la paternidad, y también de acuerdo a nuestras propias vivencias.
Esperamos estas ideas les sean de valor; deseando tengan un gran fin de semana en familia.
#educandolamenteyelcorazon
