Los abrazos tienen diversos beneficios para cualquier ser humano, y en etapas tempranas de la vida como la niñez y la adolescencia, tienen sin duda un mayor impacto para el fortalecimiento de una relación positiva entre padres e hijos.
Los beneficios más notables de los abrazos son:
1. Promover la conexión emocional: Los abrazos liberan oxitocina, una hormona relacionada con el apego y la conexión emocional que fortalece el vínculo afectivo entre padres e hijos.
2. Reducir el estrés y la ansiedad: Los abrazos pueden ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad al liberar endorfinas, que son neurotransmisores relacionados con el bienestar y la relajación.
3. Mejorar el estado de ánimo: Los abrazos estimulan la liberación de serotonina, un neurotransmisor asociado con la sensación de felicidad y bienestar. De esta manera se mejora el estado de ánimo y se promueve una actitud más positiva.
4. Fortalecer el sistema inmunológico: Se ha demostrado que los abrazos aumentan la producción de células que combaten enfermedades, lo que fortalece el sistema inmunológico y ayuda a prevenir enfermedades.
5. Fomentar la confianza y la seguridad: Los abrazos transmiten una sensación de seguridad y protección, lo que puede ayudar a nuestros hijos e hijas a desarrollar autoconfianza y sentirse más seguros en sus relaciones con los demás.
Es muy importante remarcar que cada individuo es único y puede responder de manera diferente al contacto físico, por lo que, siempre es recomendable respetar los límites y las preferencias personales de cada niño, niña y adolescente.
No obstante lo anterior, no nos perdamos la oportunidad de mantenernos cerca física y emocionalmente de nuestros hijos e hijas.